Desde el centro de redacción de la revista ya vemos a cada uno de ustedes con esta nueva publicación en sus manos, medio por el cual nos integramos y expresamos nuestra alegría queriendo que el autobús llegue a su destino para festejar a libre albedrío nuestro tercer aniversario como nos lo merecemos después de haber trabajado tanto para hacer posible esta fiesta libemos pues, hoy todo está permitido y hay excusa para hacer de esta, nuestra noche.
Por otro lado nos alegra ver que nueva gente se identifica cada vez mas con el circulo, por el gusto hacia la música y por su forma de compartir así mismo nos recuerda la primera vez que llegamos al león esa noche con mucha inexperiencia sin saber que hacer en la oscuridad enrredandonos con los cables antes de prender la primera luz.
Hoy con mas cancha que la de antes y cargados de reservas morales auguramos muchos años mas de existencia.
Un león dormido espera la llegada de sus invitados, a su vez un grupo de amigos espera llegar impacientes al majestuoso León para despertarlo de su sueño eterno.
Ambos en una misma alegría como si amigos muy queridos se encontraran después de mucho tiempo, con trago y un buen brindis saludan a la embriagues, que el caso bien lo amerita. El León también sabe que lo escogieron para que sea el centro de reunión de esta fiesta de amigos.
Siendo muy afortunados nosotros por tener al mar detrás de nosotros y la tierra al rededor nuestro sin dejar de mencionar al cielo que nos observa desde allí, implacable él. Solo esperando que todo sea diversión y armonía con el panorama. Portémonos tranquilos como huéspedes que somos y dejemos al León que descanse otra vez como lo ha venido haciendo todo este tiempo, hasta otra oportunidad, ó Dios quiera claro. A su salud León...
Nuestro transcurrir hace que desarrollemos el conocimiento hacia nuestro medio, por tanto, conocimiento de nosotros mismos ante éste, lo que a su vez hace que tengamos mejor panorama respecto de la esquematización de un recorrido vital propio, un recorrido particular en cada caso.
Esto hace que podamos visualizar una ilación existente entre situación y situación para saber que existe dicho recorrido como circuito a vivir. Pero pueden darse detalles que logren pertenecer y a la vez ser una especie de intrusos de esta ilación rompiéndola como tal pero sin desbaratarla haciendo que casi perdamos el sentido de la realidad.
En nuestra habitualidad, en un momento dado, nos encontramos de repente en medio de una escena donde por un breve momento podemos reconocer un fragmento de ella y tener la seguridad que antes ya la hemos vivido.
Es ese preciso momento en que la certeza nos dice que ya antes se hizo algo similar, equivalente, idéntico alguna vez en el tiempo, en algún momento existido y tenemos la sensación de que eso ya pasó por nuestra vida, que ese instante tan minúsculo apenas perceptible ha sido parte de nuestro pasado. Entonces pensamos que es solamente una simple coincidencia, nos convencemos de ello, de que esos detalles de la vida como la vida misma es algo difícil de explicar, decidimos no explicárnoslo y sencillamente vivimos otros ámbitos.
Podemos pensar que aquellos fragmentos vividos y por vivir existen siempre levitando en un descanso, en algún archivo de la memoria del tiempo, ahí donde lo físico no tiene acceso. Para tener que, instantánea y sorpresivamente aparecer y desaparecer del presente pasajero, asomar en nuestra rutina sin advertirnos tomando la forma adecuada para integrarse a nuestra dimensión personal solo por una minúscula fracción de nuestro espacio, «escapar de nuestra vista» y regresar al desorden armónico de los segundos invisibles, infinitos, antes de que podamos palparlo. Perdiéndose ahí donde no sabemos y seguir existiendo como lo que siempre es...
La estruendosa sirena de la ambulancia me hizo entender que se trataba de algo serio, deje de resistir y me relaje un instante ya falta poco para llegar era lo que escuchaba repetidas veces manteniendo los ojos abiertos pensando en ese lugar donde todos y nadie quieren llegar, pero también pensaba en el hospital, esa palabra que nunca me fue tan cercana sino hasta ese entonces cuando la camilla estacionó en un cuarto albo como en ese rato mi mente, segundos para los de afuera, lapso imperecedero para mi, negándome a parpadear, con la vista nublada sobre aquel cielo raso.
Aquel ser de faz rojiza con extremidades delanteras cortas pero parecido a un bóvido, luchaba con otro de color gris, este totalmente desarmado. Ya habría visto ese campo pero no lograba recordarlo. Los ruidos eran irritantes, la sangre se espacia por aspersión, el color ocaso descendía pero por algún motivo permanecí en ese lugar resignado a no encontrar salida solo esperar.
La repentina salida del trance se debió a que el médico incrustara su dedo sobre la herida haciéndome convulsionar por el fuerte dolor.
Tenemos que internarte dijo. Estoy bien déjenme ir repuse. Pero era mentira quise levantarme y no pude, en ese momento pensé en mis padres, como se sentirían al verme en esa situación, e insistí yo me voy, espera cálmate estas perdiendo sangre al menos déjanos revisarte una vez mas, no podemos dejarte ir en esa condición, nuevamente el dedo en la herida
Te duele ¡no!, Te duele ¡no!, por dentro decía a que hora acabara este hijo de puta, el dolor era intenso hasta que se dio por vencido, creo que se pondrá bien comento con su bella asistente quien después de recibir sus ordenes pasó a dejar sus puntos en mi piel, para luego hacerme reposar mientras traerían la factura por cobro de atención pero había un pequeño problema, no tenía ni para pagar la décima parte de la anestesia y por precaución a que busquen un pretexto para retenerme huí con la ayuda de mis compañeros, que asistieron para apoyarme sobre ellos, cruzamos la puerta y al primer micro subimos.
Después de dos semanas sintiéndome un poco mejor volví a ese mismo hospital no se si para agradecer o hacerme de la idea que estaba vivo.
Si tan solo las estrellas me dijeran que puedo ser mejor Si tan solo dependiera de las cosas y no de su valor Si tan solo pudiera volar y así… No enfrentaría problemas y sería feliz Ser feliz y poder volar En este mundo poder volar Ayer salí a buscarte y «como siempre» no te encontré Y es que es tan difícil encontrar ¿verdad? Como si fuera fácil sentarse acá, y escucharme pensar Y tal ves llorar, no lo sé. No lo sé, no se si te pueda encontrar Y oír la verdad y decirles donde están.
Siempre se le ha relacionado a la oscuridad con lo oculto, lo desconocido, con algunos sentimientos humanos como la depresión, la angustia, desolación, que por ser contraparte del bienestar se les denominan negativos. La oscuridad, las sombras, la noche, ese el lado del mundo, del universo que apenas conocemos y que por ignorar su verdadero significado, su razón de existencia y su importancia para la preservación del universo, juzgamos de manera desacertada. En algunos casos se le ha llamado a la oscuridad como el mundo de lo malo, siendo, la oscuridad también un hábitat de seres que como la humanidad somos creación del mismo autor.
Viernes 10 de setiembre del 2004. Salí con dirección a mi casa al menos eso les dije a mis padres mientras tenía en mente salir a comprar un poco de marihuana para poder entrar en honda. Me dirigí de prisa ya que tenía que hacer varias cosas aquel día. Situado ya en el domicilio donde compraría la droga me sentí algo raro, algo no estaba bien y en efecto no me había percatado de que me estaban observando, me observaban los del servicio antidrogas. Hasta entonces todavía no me había dado cuenta de lo que pasaría mas adelante. Compré la droga y salí deprisa del lugar con rumbo a mi casa cuando de pronto fui intervenido por los policías, mi primera reacción fue de tirar la droga por el suelo y negarlo todo pero ya era demasiado tarde, un par de cachetadas y de rodillazos en la espalda fueron suficientes para hacerme aceptar de que la droga era mía. Hasta allí trataba estar tranquilo sin saber de que estaba metido en un operativo para capturar al pez gordo del caso llamado: «Caso Juana» (Juana era la mujer que vendía la droga). Cuando me llevaron a la comisaría siguieron maltratándome física y psicológicamente me dijeron que colaborara y que les contara todo, de lo contrario me iban a acusar de micro comercializador y se encargarían de mandarme derecho al penal de lurigancho, sin opción y ante la mala intención de los policías les conté los que querían escuchar les dije si, que ella me vendió la marihuana, seguido de esto me quitaron la correa y los pasadores y me condujeron al calabozo de la comandancia policial, allí se encontraban ya varios detenidos por diversos casos al primero que recuerdo es «Pescao» por ser el mas avezado del grupo, le decían así por que de niño vendía pescado en el terminal pesquero, pescao tenía ya 10 días por robo agravado y seis denuncias por el mismo caso, el segundo era «Picoro» también estaba por el mismo caso, lo recuerdo con el polo ensangrentado y la nariz fracturada debido a los golpes de los policías por tratar de huir de ellos, el tercero era «el piurano» ya que el era de esas tierras, el cuarto era «el enano», y el quinto «Julián» este salio al día siguiente luego de sobornar a los policías. Me sentía asustado sentado allí pensando en los problemas que se me vendrían. Recuerdo claramente al policía que me dijo «Oe compare yo puedo llamar a tus familiares pero; como es» yo no tenia ni un sol en el bolsillo así que me resigné a pensar que pasaría la noche en el calabozo. Después de mi llego «Pollo gordo» que estaba por el mismo caso que el mío y se encontraba en las mismas condiciones que yo por que estaba en el mismo caso. Este era reincidente y se sabía todas las mañas de los policías para poder sacarle dinero a los detenidos y decía siempre: «prefiero estar aquí mis quince días antes que darles un solo centavo a estos policías hijos de puta». A las doce de la noche grande fue mi sorpresa al ver que habían capturado a «Juana y su esposo» y con ellos llegaron dos detenidos mas; «Fela» un homosexual micro comercializador al que le encontraron cincuenta ketes de pasta básica de cocaína y «Fernando» uno de sus fieles compradores. La noche cayó rápidamente y solo disponíamos de un colchón para diez personas, aquella noche tuvimos que acomodarnos como sea pero solo fue por algunas horas pues a las tres de la mañana nos condujeron hasta el centro de lima para hacernos los exámenes toxicológicos para pasar luego al médico legista, A las 6 de la mañana estábamos devuelta en el calabozo y un nuevo inquilino se aparecía, se trataba de «Romeo», este había estado envuelto en una riña con unos policías de civil en una discoteca y se quiso pasar de listo sacando un arma de juguete sin saber con quienes se estaba metiendo, el nos contó que le habían dado una buena paliza y le habían quitado su billetera con 850 soles, su tarjeta de crédito y encima le pusieron en el bolsillo dos paquetes de pasta básica y en su examen toxicológico «positivo» aún cuando el ni siquiera fumaba cigarrillos al menos eso fue lo que nos llegó a contar y yo le creía ya que se notaban los golpes en su rostro y a esas alturas podía esperar lo que sea de los policías.
Sábado 11 de setiembre del 2004 – 9:00 a.m. «Levántense carajo, el fiscal esta en camino» fue lo primero en escuchar aquella mañana y en efecto el fiscal venía para tomarnos la manifestación a cada uno de nosotros. Nos llamó uno por uno con papeleta de detención en la mano. El solo se limito a tomar las declaraciones y se fue rápidamente seguido de un comentario de pollo gordo: «estamos lecheros porque los fiscales nunca vienen los sábados y menos domingos» pensé que saldríamos pero estaba en un error, era solo un trámite de rutina. Aquel día eso fue todo por parte de la ley. Una vez que se fue el fiscal tuvimos que asear el calabozo como lo hacíamos todas las mañanas para poder desayunar ya que nuestras familias nos traían los alimentos religiosamente. Claro habían a quienes no les traían nada y teníamos que compartir con ellos nuestros alimentos ya que se había formado como un familia o mejor dicho un salón de clases por que todo era chacota, palomilladas y risas, eso me hacia olvidar por momentos que estaba encerrado entre cuatro paredes. Y como en todo salón ya me había hecho de amigos, yo me sentaba al lado de Fernando y Romeo compartíamos comida y colchón, los tres teníamos algo en común, nos gustaba el rock y hablábamos de grupos como «Led zeppelin, The Doors, Bob Marley, Jimmy Hendrix, U2, The Cure» y demás grupos conocidos. A las once de la mañana suena la puerta del calabozo, cada vez que sonaba nos avisaba que alguien estaba por entrar, eran dos puertas, la primera era de una plancha de metal que era la puerta general y la otra era de barrotes que protegía nuestra celda. El sonido la puerta nos avisaba que se trataba de dos nuevos detenidos: «Muelas y Cansado» los habían detenido por fumar en la vía pública. A ellos nadie vino a verlos hasta el día siguiente, estaban acostumbrados a esto y les daba igual estar detenidos o en la calle. Aquel día paso rápidamente la noche llegó y todos nos acomodamos para dormir, para esto ya disponíamos de tres colchones de paja por que le dimos un par de soles al calabocero, así le decían sus colegas por que estaba encargado de abrir la puerta del calabozo y pasarnos nuestros alimentos y la ropa limpia que nos mandaban.
Domingo 12 de setiembre – 6:00 a.m. Nuestro sueño fue interrumpido, una vez mas la puerta del calabozo suena y se oye un forcejeo e intercambio de palabras, habían detenido a un pastrulo, él se resistía al encierro y fue metido a golpes. Una vez adentro rápidamente lo bautizamos como «El loco» por su apariencia desastrosa, se encontraba sin zapatos y con heridas en los pies y en la cara tenia un ojo verde producto de varias patadas de los policías. El empezó a gritar y a decir que lo maten ya que estaba desesperado, estaba como endemoniado y quería romper los barrotes como sea para salir, su impotencia fue tal que se dirigió hacia el rincón de la celda por que había visto un espacio libre y un colchón donde recostarse para descansar, grueso error fue el que cometió por que ese sitio pertenecía a «pescao y picoro», estos le advirtieron de que si no salía le iban a dar su merecido a lo que «el loco» respondió que el era intocable y no sabían con quien se estaban metiendo, seguido de esto empezó a patear los tapers de los alimentos de «pollo gordo», el enojo de la gente fue tal que se le fueron encima, pollo gordo escondía bajo el colchón un tenedor de metal que había ingresado con los alimentos aún cuando estaba prohibido el ingreso de cubiertos de metal, y sin dudarlo se lo clavo en el pecho, yo pensé que lo había herido pero el tenedor se doblo y «el loco» ni siquiera se dio cuenta de ello, al ver que todos se le fueron encima el solo atino a decir: «Ya perdí pe», pero seguía con su locura y ganas de molestar, los mas avezados le decían que si no se calmaba le iban a bañar para que se le pasara la locura, «picoro» cogió una botella de plástico y dijo: «Juana lléname esta botella de agua» ya que «Juana» podía salir cuando quería por que el candado que protegía su celda no cerraba, seguido de esto bañaron al loco y esta vez si se calmó, le dieron un lugar al borde del colchón, allí se quedó dormido por un par de horas. Mas tarde al levantarse nos contó que se había escapado del centro de rehabilitación y llevaba cuatro días fumando pasta básica, y que para su mala suerte fue sorprendido robando en la vía pública para seguir alimentando su adicción. Aquel domingo fue el mas largo de mi corta existencia, el sonido de la discoteca hacia que extrañara mi libertad, trataba de olvidarme leyendo los Atalayas que nos llegaban para entretenernos ya que tiempo teníamos de sobra, también llego a mis manos una Biblia de bolsillo. Lo que me extraño fue que la gente se peleaba por leerla, así que no duro mucho en mi poder, con lo cual llegue a una conclusión, mientras más pecadores son mas se aferran a cristo, y al final todos se olvidaban de Dios y volvían a cometer los mismos pecados.
Lunes 13 de setiembre del 2004 – 8:00 a.m. Me levanté con la esperanza de que el fiscal viniera a ver nuestros casos y acelerara los procedimientos de excarcelación, en efecto el fiscal había venido según lo que nos comentaba el calabocero, horas después él mismo se encargaría de decirnos que se había retirado para ver un caso de asesinato ya que ese caso era mas importante que el nuestro. Al escuchar esto perdía las esperanzas de salir en esa semana por que según el calabocero nos quedaríamos los quince días reglamentarios según la ley para continuar con la investigación. Aquella mañana «Pollo gordo» empezó a leer la Biblia en voz alta para todos, y el ambiente se tornó apacible, algunos decían estar arrepentidos, otros comentaban que al salir volverían a las iglesias. Yo por mi parte me limitaba a escuchar las lecturas Bíblicas y no les niego que aprendí mucho sobre el tema. Todo el día transcurrió así, hablando y compartiendo experiencias personales con Dios.
Martes 14 de setiembre del 2004 – 11:00 a.m. Como todas las mañanas hacíamos la limpieza del calabozo si se podría llamar así por que quedaba echo un caos después de la cena de la noche anterior. Mientras tanto esperábamos la llegada del fiscal para que nos tome las declaraciones. A los primeros en llamar fueron al Pollo Gordo y a mí, no se si estaba planeado pero a mi me toco dar mi declaración con el capitán «Velásquez» y al pollo gordo con el capitán «Sánchez», a los dos nos sentaron en distintos escritorios preguntándonos si conocíamos a la tal «Juana» a lo que ambos respondimos con un «No». Digo que no se si estaba planeado por que al único que presionaron para decir que si la conocía era a mi por que al pollo gordo no le dijeron nada solo dio su declaración y punto en mi caso tuvieron que preguntarme dos veces y me dijeron que de lo contrario me quedaría los quince días si es que no colaboraba con la investigación, mis ganas de salir del encierro hicieron que dijera que si la conocía y que ella fue la que me vendió la droga, dicho esto firmé mi manifestación y puse mi huella digital a un costado del documento, dos horas después debía nuevamente a dar mi manifestación pero esta vez ante el fiscal, esta vez era para ratificar lo antes dicho. En eso hizo su aparición un señor de edad y parecía ser el encargado de toda la operación, recuerdo sus palabras claramente, miro mi manifestación y dijo «Este muchacho ah colaborado, si es posible que salga hoy mismo», yo creí en sus palabras pero eso nunca sucedió.
Miércoles 15 de setiembre del 2004 – 6:00 a.m. El frío intenso hizo que me levantara a pesar de que todos dormíamos apretujados, levante la cabeza y no había uno solo que estuviese despierto, todos dormían como si estuviesen en sus casas, supongo que a esas alturas todos habían perdido las esperanzas de salir en esa semana y ya les daba igual estar encerrados o en libertad, yo por mi parte estaba pensando en que es lo que pasaría después de acusar a la tal Juana por que el mismo carcelero se encargo de contar a todos los detenidos y en voz alta mi declaración en contra de la acusada. Pensé que me darían una paliza o algo así pero fue todo lo contrario, todos me miraban con indiferencia incluso el mismo esposo de «Juana» me dirigía la palabra como si nada hubiese pasado a pesar de que por causa de mi declaración su mujer se iría a prisión mas de seis meses, eso si no faltaron los comentarios en forma de broma diciéndome que la había recontracagado. Mas tarde la atención se la robó un nuevo detenido esta vez se trataba de un asaltante de casas, tenía mas o menos 40 años y con apariencia de ser muy bravo, los policías le habían propinado una buena golpiza incluso ni siquiera se podía poner de pie por lo que todos le ofrecieron su lugar para que descanase y una frazada para que se abrigue seguramente querían ser amigos del asaltante, luego nos contó que estaba robando una casa con sus compinches y en eso se apareció la camioneta de los policías, dijo que su reacción fue la de disparar hacia la camioneta policial para librar a sus compañeros y en efecto logro su cometido pero valla amigos que tenía por que nos dijo que ni bien tuvieron oportunidad huyeron y lo dejaron solo, entonces empezó a correr como loco, tiró la pistola, siguió corriendo pensando escapar pero se metió en un callejón sin salida, allí termino su recorrido y fue donde lo apresaron. El día transcurrió entorno a este tipo, todos lo rodeaban como si fuese un ejemplo a seguir y le preguntaban cada uno de los detalles y el contestaba gustoso cada una de sus preguntas. Al llegar la hora de la visita o mejor dicho de la cena todos le ofrecían sus tapers de comida, en realidad todos compartíamos la cena con quienes no tenían que comer, yo por mi parte estaba contento de que este señor haya aparecido por que de lo contrario hubiese sido victima de las bromas toda la tarde y la noche.
Jueves 16 de setiembre del 2004 – 9:00 a.m. La puerta del calabozo sonó con mas fuerza que de costumbre, se trataba del capitán Sánchez, había venido a pasar lista por si acaso faltaba alguno de nosotros ya que entre nosotros estaba un delincuente de temer, nos hizo poner de pie y pidió que todos tengamos la papeleta de detención y estemos atentos a nuestros nombres, hecho esto optó por retirarse, al ver esto nuevamente la gente se dispuso a dormir ya que rea lo único que se podía hacer en ese calabozo con tranquilidad. Por otro lado Juana estaba desesperada por que ya intuía que se iba directo al penal de Santa Mónica, su reacción hacia mi fue la de amenazarme y me dijo que su abogado había arreglado todo para que declare nuevamente y me rectifique en cuanto a mi declaración, me dijo que si yo declaraba una vez mas en su contra se encargaría de embarrarme e involucrarme en sus negocios turbios, diría que yo vendía para ella y que también me iría a prisión junto a ella, así que lo único que tenía que hacer era decir que no la conocía y todo arreglado, yo por mi parte accedí a su petición y estaba dispuesto a mentir por que pensaba que de todas maneras me quedaba los quince días a pesar de que me decían que iba a salir si colaboraba, pero eso ya lo había escuchado dos días antes y nunca salí, pensé que estaban engañándome a favor de sus intereses así que estaba decidido a decir que no la conocía. A las cuatro de la tarde sonó la puerta del calabozo y se trataba del capitán «Velásquez», pensé que me llevarían con el fiscal como me dijo Juana pero grande fue mi sorpresa cuando me ordenó que levantara mis cosas. Hasta allí no quería pensar que saldría libre, no hasta que este en mi casa, quería mandar a la mierda a todos pero que tal si no salía y me regresaban nuevamente, así que me aguante y solo seguía las órdenes del capitán, en el fondo ya sentía estar libre y que todo se había acabado, me condujeron a las oficinas y me hicieron firmar mi acta de salida de la comisaría. Los encargados de la intervención me dijeron que nunca me querían ver por allí o de lo contrario me meterían en problemas más grandes. Mi salida fue como un sueño, estaba pensativo y distraído pensando en que es lo que pasaría de ahora en adelante. Voltear la página y aprender de lo sucedido es lo mas lógico. Solo espero jamás cruzarme con toda esa gente ajena mí, a veces pienso que cosas me sucederán en adelante y que sorpresas me dará la vida
Hace mucho, mucho tiempo en un lugar alejado de una villa, habitaba solitario un Rey, quien al sentirse sin compañía dormitaba sin cesar.
Un día unos Duendecillos acordaron hacer una fiesta queriendo escapar de su rutina común, pero nunca imaginaron encontrar el castillo de aquel Rey, quien al sentirlos llegar, despertó de su largo letargo, al principio se alegro de recibir a sus desconocidos visitantes, sin embargo cuando se desenlazaban los actos se incomodo un poco, no comprendían los comportamientos de alguno de ellos, entonces pensó que debería hacer saber su incomodidad. Algunos le entendieron, otros no, los que le entendieron hicieron la promesa que se corregirían los errores y la prueba de ello seria la próxima fiesta. Tuvo que pasar un siglo para que los duendecillos vuelvan al castillo en caravana y con todos los ingredientes para que la celebración les salga estupenda, bebieron, danzaron de lo mejor.
Esa vez el Rey quedó encantado no obstante los que hicieron la promesa notaron que no estaba del todo satisfecho así que decidieron dejar pasar un siglo para que retornen luego de dos. Los días pasaban el Rey extrañaba a los Duendecillos y ellos a él, pasaron los dos siglos y volvieron a encontrarse.
♂ Empezamos con ganas haciendo llegar a cada uno de ustedes nuestro saludo por este tercer aniversario. ♀ Felicitaciones para la gentita que trabajo como burro alquilado en las actividades (Anticuchada, cevichada, y mazamorrada al paso) ♂ Agradecimientos para Héctor que se pasó pal` Cuzco con las invitaciones personales. ♀ Nos cuentan por ahí que de paso hoy celebramos cuatro cumpleaños coincidentes con esta fecha. ♂ En el articulo «El Rey y Los Duendecillos» el abajo firmante quiere dejar en claro que cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. ♀ Los escritos que deseen publicar en este espacio solo deben enviarlo al E-mail: elcirculovicioso@peru.com. ♂ Nos ha llegado un e-mail de rockmortal_666@hotmail.com mandando saludos para Pinky que para volando cometa en el techo de su casa. ♀ Les damos un alcance que el grupo «Vacío Encarnado» se junta después de un buen tiempo a tocar y a las pichangas. ♂ Saludos para el grupo cicratiz que desde hace dos concierto se integraron y la vienen haciendo lindisisíma ♀ Estén atentos por que pronto habrá un nuevo concierto de la chuchisumari papay. ♂ Si a uno e ustedes lectores les falta algún número pasado de la revista, háganos llegar su nombre y dirección que gustosos les enviaremos a su domicilio.
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EDITORIAL
Desde el centro de redacción de la revista ya vemos a cada uno de ustedes con esta nueva publicación en sus manos, medio por el cual nos integramos y expresamos nuestra alegría queriendo que el autobús llegue a su destino para festejar a libre albedrío nuestro tercer aniversario como nos lo merecemos después de haber trabajado tanto para hacer posible esta fiesta libemos pues, hoy todo está permitido y hay excusa para hacer de esta, nuestra noche.
Por otro lado nos alegra ver que nueva gente se identifica cada vez mas con el circulo, por el gusto hacia la música y por su forma de compartir así mismo nos recuerda la primera vez que llegamos al león esa noche con mucha inexperiencia sin saber que hacer en la oscuridad enrredandonos con los cables antes de prender la primera luz.
Hoy con mas cancha que la de antes y cargados de reservas morales auguramos muchos años mas de existencia.
LEON DESPIERTO : Eduardo Melchor
Un león dormido espera la llegada de sus invitados, a su vez un grupo de amigos espera llegar impacientes al majestuoso León para despertarlo de su sueño eterno.
Ambos en una misma alegría como si amigos muy queridos se encontraran después de mucho tiempo, con trago y un buen brindis saludan a la embriagues, que el caso bien lo amerita. El León también sabe que lo escogieron para que sea el centro de reunión de esta fiesta de amigos.
Siendo muy afortunados nosotros por tener al mar detrás de nosotros y la tierra al rededor nuestro sin dejar de mencionar al cielo que nos observa desde allí, implacable él. Solo esperando que todo sea diversión y armonía con el panorama. Portémonos tranquilos como huéspedes que somos y dejemos al León que descanse otra vez como lo ha venido haciendo todo este tiempo, hasta otra oportunidad, ó Dios quiera claro.
A su salud León...
DEJAVU
Nuestro transcurrir hace que desarrollemos el conocimiento hacia nuestro medio, por tanto, conocimiento de nosotros mismos ante éste, lo que a su vez hace que tengamos mejor panorama respecto de la esquematización de un recorrido vital propio, un recorrido particular en cada caso.
Esto hace que podamos visualizar una ilación existente entre situación y situación para saber que existe dicho recorrido como circuito a vivir. Pero pueden darse detalles que logren pertenecer y a la vez ser una especie de intrusos de esta ilación rompiéndola como tal pero sin desbaratarla haciendo que casi perdamos el sentido de la realidad.
En nuestra habitualidad, en un momento dado, nos encontramos de repente en medio de una escena donde por un breve momento podemos reconocer un fragmento de ella y tener la seguridad que antes ya la hemos vivido.
Es ese preciso momento en que la certeza nos dice que ya antes se hizo algo similar, equivalente, idéntico alguna vez en el tiempo, en algún momento existido y tenemos la sensación de que eso ya pasó por nuestra vida, que ese instante tan minúsculo apenas perceptible ha sido parte de nuestro pasado. Entonces pensamos que es solamente una simple coincidencia, nos convencemos de ello, de que esos detalles de la vida como la vida misma es algo difícil de explicar, decidimos no explicárnoslo y sencillamente vivimos otros ámbitos.
Podemos pensar que aquellos fragmentos vividos y por vivir existen siempre levitando en un descanso, en algún archivo de la memoria del tiempo, ahí donde lo físico no tiene acceso. Para tener que, instantánea y sorpresivamente aparecer y desaparecer del presente pasajero, asomar en nuestra rutina sin advertirnos tomando la forma adecuada para integrarse a nuestra dimensión personal solo por una minúscula fracción de nuestro espacio, «escapar de nuestra vista» y regresar al desorden armónico de los segundos invisibles, infinitos, antes de que podamos palparlo. Perdiéndose ahí donde no sabemos y seguir existiendo como lo que siempre es...
REMINISCENCIAS
La estruendosa sirena de la ambulancia me hizo entender que se trataba de algo serio, deje de resistir y me relaje un instante ya falta poco para llegar era lo que escuchaba repetidas veces manteniendo los ojos abiertos pensando en ese lugar donde todos y nadie quieren llegar, pero también pensaba en el hospital, esa palabra que nunca me fue tan cercana sino hasta ese entonces cuando la camilla estacionó en un cuarto albo como en ese rato mi mente, segundos para los de afuera, lapso imperecedero para mi, negándome a parpadear, con la vista nublada sobre aquel cielo raso.
Aquel ser de faz rojiza con extremidades delanteras cortas pero parecido a un bóvido, luchaba con otro de color gris, este totalmente desarmado. Ya habría visto ese campo pero no lograba recordarlo. Los ruidos eran irritantes, la sangre se espacia por aspersión, el color ocaso descendía pero por algún motivo permanecí en ese lugar resignado a no encontrar salida solo esperar.
La repentina salida del trance se debió a que el médico incrustara su dedo sobre la herida haciéndome convulsionar por el fuerte dolor.
Tenemos que internarte dijo. Estoy bien déjenme ir repuse. Pero era mentira quise levantarme y no pude, en ese momento pensé en mis padres, como se sentirían al verme en esa situación, e insistí yo me voy, espera cálmate estas perdiendo sangre al menos déjanos revisarte una vez mas, no podemos dejarte ir en esa condición, nuevamente el dedo en la herida
Te duele ¡no!, Te duele ¡no!, por dentro decía a que hora acabara este hijo de puta, el dolor era intenso hasta que se dio por vencido, creo que se pondrá bien comento con su bella asistente quien después de recibir sus ordenes pasó a dejar sus puntos en mi piel, para luego hacerme reposar mientras traerían la factura por cobro de atención pero había un pequeño problema, no tenía ni para pagar la décima parte de la anestesia y por precaución a que busquen un pretexto para retenerme huí con la ayuda de mis compañeros, que asistieron para apoyarme sobre ellos, cruzamos la puerta y al primer micro subimos.
Después de dos semanas sintiéndome un poco mejor volví a ese mismo hospital no se si para agradecer o hacerme de la idea que estaba vivo.
ESTRELLAS CELESTES : Celeste.
Si tan solo las estrellas me dijeran que puedo ser mejor
Si tan solo dependiera de las cosas y no de su valor
Si tan solo pudiera volar y así…
No enfrentaría problemas y sería feliz
Ser feliz y poder volar
En este mundo poder volar
Ayer salí a buscarte y «como siempre» no te encontré
Y es que es tan difícil encontrar ¿verdad?
Como si fuera fácil sentarse acá, y escucharme pensar
Y tal ves llorar, no lo sé.
No lo sé, no se si te pueda encontrar
Y oír la verdad y decirles donde están.
LA OSCURIDAD
Siempre se le ha relacionado a la oscuridad con lo oculto, lo desconocido, con algunos sentimientos humanos como la depresión, la angustia, desolación, que por ser contraparte del bienestar se les denominan negativos. La oscuridad, las sombras, la noche, ese el lado del mundo, del universo que apenas conocemos y que por ignorar su verdadero significado, su razón de existencia y su importancia para la preservación del universo, juzgamos de manera desacertada. En algunos casos se le ha llamado a la oscuridad como el mundo de lo malo, siendo, la oscuridad también un hábitat de seres que como la humanidad somos creación del mismo autor.
LOS DÍAS MÁS LARGOS DE MI VIDA.
à l v Å ® ¤
Viernes 10 de setiembre del 2004.
Salí con dirección a mi casa al menos eso les dije a mis padres mientras tenía en mente salir a comprar un poco de marihuana para poder entrar en honda. Me dirigí de prisa ya que tenía que hacer varias cosas aquel día. Situado ya en el domicilio donde compraría la droga me sentí algo raro, algo no estaba bien y en efecto no me había percatado de que me estaban observando, me observaban los del servicio antidrogas. Hasta entonces todavía no me había dado cuenta de lo que pasaría mas adelante. Compré la droga y salí deprisa del lugar con rumbo a mi casa cuando de pronto fui intervenido por los policías, mi primera reacción fue de tirar la droga por el suelo y negarlo todo pero ya era demasiado tarde, un par de cachetadas y de rodillazos en la espalda fueron suficientes para hacerme aceptar de que la droga era mía. Hasta allí trataba estar tranquilo sin saber de que estaba metido en un operativo para capturar al pez gordo del caso llamado: «Caso Juana» (Juana era la mujer que vendía la droga). Cuando me llevaron a la comisaría siguieron maltratándome física y psicológicamente me dijeron que colaborara y que les contara todo, de lo contrario me iban a acusar de micro comercializador y se encargarían de mandarme derecho al penal de lurigancho, sin opción y ante la mala intención de los policías les conté los que querían escuchar les dije si, que ella me vendió la marihuana, seguido de esto me quitaron la correa y los pasadores y me condujeron al calabozo de la comandancia policial, allí se encontraban ya varios detenidos por diversos casos al primero que recuerdo es «Pescao» por ser el mas avezado del grupo, le decían así por que de niño vendía pescado en el terminal pesquero, pescao tenía ya 10 días por robo agravado y seis denuncias por el mismo caso, el segundo era «Picoro» también estaba por el mismo caso, lo recuerdo con el polo ensangrentado y la nariz fracturada debido a los golpes de los policías por tratar de huir de ellos, el tercero era «el piurano» ya que el era de esas tierras, el cuarto era «el enano», y el quinto «Julián» este salio al día siguiente luego de sobornar a los policías. Me sentía asustado sentado allí pensando en los problemas que se me vendrían. Recuerdo claramente al policía que me dijo «Oe compare yo puedo llamar a tus familiares pero; como es» yo no tenia ni un sol en el bolsillo así que me resigné a pensar que pasaría la noche en el calabozo.
Después de mi llego «Pollo gordo» que estaba por el mismo caso que el mío y se encontraba en las mismas condiciones que yo por que estaba en el mismo caso. Este era reincidente y se sabía todas las mañas de los policías para poder sacarle dinero a los detenidos y decía siempre: «prefiero estar aquí mis quince días antes que darles un solo centavo a estos policías hijos de puta». A las doce de la noche grande fue mi sorpresa al ver que habían capturado a «Juana y su esposo» y con ellos llegaron dos detenidos mas; «Fela» un homosexual micro comercializador al que le encontraron cincuenta ketes de pasta básica de cocaína y «Fernando» uno de sus fieles compradores. La noche cayó rápidamente y solo disponíamos de un colchón para diez
personas, aquella noche tuvimos que acomodarnos como sea pero solo fue por algunas horas pues a las tres de la mañana nos condujeron hasta el centro de lima para hacernos los exámenes toxicológicos para pasar luego al médico legista, A las 6 de la
mañana estábamos devuelta en el calabozo y un nuevo inquilino se aparecía, se trataba de «Romeo», este había estado envuelto en una riña con unos policías de civil en una discoteca y se quiso pasar de listo sacando un arma de juguete sin saber con quienes se estaba metiendo, el nos contó que le habían dado una buena paliza y le habían quitado su billetera con 850 soles, su tarjeta de crédito y encima le pusieron en el bolsillo dos paquetes de pasta básica y en su examen toxicológico «positivo» aún cuando el ni siquiera fumaba cigarrillos al menos eso fue lo que nos llegó a contar y yo le creía ya que se notaban los golpes en su rostro y a esas alturas podía esperar lo que sea de los policías.
Sábado 11 de setiembre del 2004 – 9:00 a.m.
«Levántense carajo, el fiscal esta en camino» fue lo primero en escuchar aquella mañana y en efecto el fiscal venía para tomarnos la manifestación a cada uno de nosotros. Nos llamó uno por uno con papeleta de detención en la mano. El solo se limito a tomar las declaraciones y se fue rápidamente seguido de un comentario de pollo gordo: «estamos lecheros porque los fiscales nunca vienen los sábados y menos domingos» pensé que saldríamos pero estaba en un error, era solo un trámite de rutina. Aquel día eso fue todo por parte de la ley.
Una vez que se fue el fiscal tuvimos que asear el calabozo como lo hacíamos todas las mañanas para poder desayunar ya que nuestras familias nos traían los alimentos religiosamente. Claro habían a quienes no les traían nada y teníamos que compartir con ellos nuestros alimentos ya que se había formado como un familia o mejor dicho un salón de clases por que todo era chacota, palomilladas y risas, eso me hacia olvidar por momentos que estaba encerrado entre cuatro paredes. Y como en todo salón ya me había hecho de amigos, yo me sentaba al lado de Fernando y Romeo compartíamos comida y colchón, los tres teníamos algo en común, nos gustaba el rock y hablábamos de grupos como «Led zeppelin, The Doors, Bob Marley, Jimmy Hendrix, U2, The Cure» y demás grupos conocidos.
A las once de la mañana suena la puerta del calabozo, cada vez que sonaba nos avisaba que alguien estaba por entrar, eran dos puertas, la primera era de una plancha de metal que era la puerta general y la otra era de barrotes que protegía nuestra celda. El sonido la puerta nos avisaba que se trataba de dos nuevos detenidos: «Muelas y Cansado» los habían detenido por fumar en la vía pública. A ellos nadie vino a verlos hasta el día siguiente, estaban acostumbrados a esto y les daba igual estar detenidos o en la calle. Aquel día paso rápidamente la noche llegó y todos nos acomodamos para dormir, para esto ya disponíamos de tres colchones de paja por que le dimos un par de soles al calabocero, así le decían sus colegas por que estaba encargado de abrir la puerta del calabozo y pasarnos nuestros alimentos y la ropa limpia que nos mandaban.
Domingo 12 de setiembre – 6:00 a.m.
Nuestro sueño fue interrumpido, una vez mas la puerta del calabozo suena y se oye un forcejeo e intercambio de palabras, habían detenido a un pastrulo, él se resistía al encierro y fue metido a golpes. Una vez adentro rápidamente lo bautizamos como «El loco» por su apariencia desastrosa, se encontraba sin zapatos y con heridas en los pies y en la cara tenia un ojo verde producto de varias patadas de los policías. El empezó a gritar y a decir que lo maten ya que estaba desesperado, estaba como endemoniado y quería romper los barrotes como sea para salir, su impotencia fue tal que se dirigió hacia el rincón de la celda por que había visto un espacio libre y un colchón donde recostarse para descansar, grueso error fue el que cometió por que ese sitio pertenecía a «pescao y picoro», estos le advirtieron de que si no salía le iban a dar su merecido a lo que «el loco» respondió que el era intocable y no sabían con quien se estaban metiendo, seguido de esto empezó a patear los tapers de los alimentos de «pollo gordo», el enojo de la gente fue tal que se le fueron encima, pollo gordo escondía bajo el colchón un tenedor de metal que había ingresado con los alimentos aún cuando estaba prohibido el ingreso de cubiertos de metal, y sin dudarlo se lo clavo en el pecho, yo pensé que lo había herido pero el tenedor se doblo y «el loco» ni siquiera se dio cuenta de ello, al ver que todos se le fueron encima el solo atino a decir: «Ya perdí pe», pero seguía con su locura y ganas de molestar, los mas avezados le decían que si no se calmaba le iban a bañar para que se le pasara la locura, «picoro» cogió una botella de plástico y dijo: «Juana lléname esta botella de agua» ya que «Juana» podía salir cuando quería por que el candado que protegía su celda no cerraba, seguido de esto bañaron al loco y esta vez si se calmó, le dieron un lugar al borde del colchón, allí se quedó dormido por un par de horas. Mas tarde al levantarse nos contó que se había escapado del centro de rehabilitación y llevaba cuatro días fumando pasta básica, y que para su mala suerte fue sorprendido robando en la vía pública para seguir alimentando su adicción.
Aquel domingo fue el mas largo de mi corta existencia, el sonido de la discoteca hacia que extrañara mi libertad, trataba de olvidarme leyendo los Atalayas que nos llegaban para entretenernos ya que tiempo teníamos de sobra, también llego a mis manos una Biblia de bolsillo. Lo que me extraño fue que la gente se peleaba por leerla, así que no duro mucho en mi poder, con lo cual llegue a una conclusión, mientras más pecadores son mas se aferran a cristo, y al final todos se olvidaban de Dios y volvían a cometer los mismos pecados.
Lunes 13 de setiembre del 2004 – 8:00 a.m.
Me levanté con la esperanza de que el fiscal viniera a ver nuestros casos y acelerara los procedimientos de excarcelación, en efecto el fiscal había venido según lo que nos comentaba el calabocero, horas después él mismo se encargaría de decirnos que se había retirado para ver un caso de asesinato ya que ese caso era mas importante que el nuestro. Al escuchar esto perdía las esperanzas de salir en esa semana por que según el calabocero nos quedaríamos los quince días reglamentarios según la ley para continuar con la investigación. Aquella mañana «Pollo gordo» empezó a leer la Biblia en voz alta para todos, y el ambiente se tornó apacible, algunos decían estar arrepentidos, otros comentaban que al salir volverían a las iglesias. Yo por mi parte me limitaba a escuchar las lecturas Bíblicas y no les niego que aprendí mucho sobre el tema. Todo el día transcurrió así, hablando y compartiendo experiencias personales con Dios.
Martes 14 de setiembre del 2004 – 11:00 a.m.
Como todas las mañanas hacíamos la limpieza del calabozo si se podría llamar así por que quedaba echo un caos después de la cena de la noche anterior. Mientras tanto esperábamos la llegada del fiscal para que nos tome las declaraciones. A los primeros en llamar fueron al Pollo Gordo y a mí, no se si estaba planeado pero a mi me toco dar mi declaración con el capitán «Velásquez» y al pollo gordo con el capitán «Sánchez», a los dos nos sentaron en distintos escritorios preguntándonos si conocíamos a la tal «Juana» a lo que ambos respondimos con un «No». Digo que no se si estaba planeado por que al único que presionaron para decir que si la conocía era a mi por que al pollo gordo no le dijeron nada solo dio su declaración y punto en mi caso tuvieron que preguntarme dos veces y me dijeron que de lo contrario me quedaría los quince días si es que no colaboraba con la investigación, mis ganas de salir del encierro hicieron que dijera que si la conocía y que ella fue la que me vendió la droga, dicho esto firmé mi manifestación y puse mi huella digital a un costado del documento, dos horas después debía nuevamente a dar mi manifestación pero esta vez ante el fiscal, esta vez era para ratificar lo antes dicho. En eso hizo su aparición un señor de edad y parecía ser el encargado de toda la operación, recuerdo sus palabras claramente, miro mi manifestación y dijo «Este muchacho ah colaborado, si es posible que salga hoy mismo», yo creí en sus palabras pero eso nunca sucedió.
Miércoles 15 de setiembre del 2004 – 6:00 a.m.
El frío intenso hizo que me levantara a pesar de que todos dormíamos apretujados, levante la cabeza y no había uno solo que estuviese despierto, todos dormían como si estuviesen en sus casas, supongo que a esas alturas todos habían perdido las esperanzas de salir en esa semana y ya les daba igual estar encerrados o en libertad, yo por mi parte estaba pensando en que es lo que pasaría después de acusar a la tal Juana por que el mismo carcelero se encargo de contar a todos los detenidos y en voz alta mi declaración en contra de la acusada. Pensé que me darían una paliza o algo así pero fue todo lo contrario, todos me miraban con indiferencia incluso el mismo esposo de «Juana» me dirigía la palabra como si nada hubiese pasado a pesar de que por causa de mi declaración su mujer se iría a prisión mas de seis meses, eso si no faltaron los comentarios en forma de broma diciéndome que la había recontracagado.
Mas tarde la atención se la robó un nuevo detenido esta vez se trataba de un asaltante de casas, tenía mas o menos 40 años y con apariencia de ser muy bravo, los policías le habían propinado una buena golpiza incluso ni siquiera se podía poner de pie por lo que todos le ofrecieron su lugar para que descanase y una frazada para que se abrigue seguramente querían ser amigos del asaltante, luego nos contó que estaba robando una casa con sus compinches y en eso se apareció la camioneta de los policías, dijo que su reacción fue la de disparar hacia la camioneta policial para librar a sus compañeros y en efecto logro su cometido pero valla amigos que tenía por que nos dijo que ni bien tuvieron oportunidad huyeron y lo dejaron solo, entonces empezó a correr como loco, tiró la pistola, siguió corriendo pensando escapar pero se metió en un callejón sin salida, allí termino su recorrido y fue donde lo apresaron. El día transcurrió entorno a este tipo, todos lo rodeaban como si fuese un ejemplo a seguir y le preguntaban cada uno de los detalles y el contestaba gustoso cada una
de sus preguntas. Al llegar la hora de la visita o mejor dicho de la cena todos le ofrecían sus tapers de comida, en realidad todos compartíamos la cena con quienes no tenían que comer, yo por mi parte estaba contento de que este señor haya aparecido por que de lo contrario hubiese sido victima de las bromas toda la tarde y la noche.
Jueves 16 de setiembre del 2004 – 9:00 a.m.
La puerta del calabozo sonó con mas fuerza que de costumbre, se trataba del capitán Sánchez, había venido a pasar lista por si acaso faltaba alguno de nosotros ya que entre nosotros estaba un delincuente de temer, nos hizo poner de pie y pidió que todos tengamos la papeleta de detención y estemos atentos a nuestros nombres, hecho esto optó por retirarse, al ver esto nuevamente la gente se dispuso a dormir ya que rea lo único que se podía hacer en ese calabozo con tranquilidad.
Por otro lado Juana estaba desesperada por que ya intuía que se iba directo al penal de Santa Mónica, su reacción hacia mi fue la de amenazarme y me dijo que su abogado había arreglado todo para que declare nuevamente y me rectifique en cuanto a mi declaración, me dijo que si yo declaraba una vez mas en su contra se encargaría de embarrarme e involucrarme en sus negocios turbios, diría que yo vendía para ella y que también me iría a prisión junto a ella, así que lo único que tenía que hacer era decir que no la conocía y todo arreglado, yo por mi parte accedí a su petición y estaba dispuesto a mentir por que pensaba que de todas maneras me quedaba los quince días a pesar de que me decían que iba a salir si colaboraba, pero eso ya lo había escuchado dos días antes y nunca salí, pensé que estaban engañándome a favor de sus intereses así que estaba decidido a decir que no la conocía.
A las cuatro de la tarde sonó la puerta del calabozo y se trataba del capitán «Velásquez», pensé que me llevarían con el fiscal como me dijo Juana pero grande fue mi sorpresa cuando me ordenó que levantara mis cosas. Hasta allí no quería pensar que saldría libre, no hasta que este en mi casa, quería mandar a la mierda a todos pero que tal si no salía y me regresaban nuevamente, así que me aguante y solo seguía las órdenes del capitán, en el fondo ya sentía estar libre y que todo se había acabado, me condujeron a las oficinas y me hicieron firmar mi acta de salida de la comisaría. Los encargados de la intervención me dijeron que nunca me querían ver por allí o de lo contrario me meterían en problemas más grandes.
Mi salida fue como un sueño, estaba pensativo y distraído pensando en que es lo que pasaría de ahora en adelante.
Voltear la página y aprender de lo sucedido es lo mas lógico. Solo espero jamás cruzarme con toda esa gente ajena mí, a veces pienso que cosas me sucederán en adelante y que sorpresas me dará la vida
alvaro
EL REY Y LOS DUENDECILLOS
El Expulsado de los Cielos.
Hace mucho, mucho tiempo en un lugar alejado de una villa, habitaba solitario un Rey, quien al sentirse sin compañía dormitaba sin cesar.
Un día unos Duendecillos acordaron hacer una fiesta queriendo escapar de su rutina común, pero nunca imaginaron encontrar el castillo de aquel Rey, quien al sentirlos llegar, despertó de su largo letargo, al principio se alegro de recibir a sus desconocidos visitantes, sin embargo cuando se desenlazaban los actos se incomodo un poco, no comprendían los comportamientos de alguno de ellos, entonces pensó que debería hacer saber su incomodidad. Algunos le entendieron, otros no, los que le entendieron hicieron la promesa que se corregirían los errores y la prueba de ello seria la próxima fiesta. Tuvo que pasar un siglo para que los duendecillos vuelvan al castillo en caravana y con todos los ingredientes para que la celebración les salga estupenda, bebieron, danzaron de lo mejor.
Esa vez el Rey quedó encantado no obstante los que hicieron la promesa notaron que no estaba del todo satisfecho así que decidieron dejar pasar un siglo para que retornen luego de dos. Los días pasaban el Rey extrañaba a los Duendecillos y ellos a él, pasaron los dos siglos y volvieron a encontrarse.
FUERA DEL ESPACIO
♂ Empezamos con ganas haciendo llegar a cada uno de ustedes nuestro saludo por este tercer aniversario.
♀ Felicitaciones para la gentita que trabajo como burro alquilado en las actividades (Anticuchada, cevichada, y mazamorrada al paso)
♂ Agradecimientos para Héctor que se pasó pal` Cuzco con las invitaciones personales.
♀ Nos cuentan por ahí que de paso hoy celebramos cuatro cumpleaños coincidentes con esta fecha.
♂ En el articulo «El Rey y Los Duendecillos» el abajo firmante quiere dejar en claro que cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia.
♀ Los escritos que deseen publicar en este espacio solo deben enviarlo al E-mail: elcirculovicioso@peru.com.
♂ Nos ha llegado un e-mail de rockmortal_666@hotmail.com mandando saludos para Pinky que para volando cometa en el techo de su casa.
♀ Les damos un alcance que el grupo «Vacío Encarnado» se junta después de un buen tiempo a tocar y a las pichangas.
♂ Saludos para el grupo cicratiz que desde hace dos concierto se integraron y la vienen haciendo lindisisíma
♀ Estén atentos por que pronto habrá un nuevo concierto de la chuchisumari papay.
♂ Si a uno e ustedes lectores les falta algún número pasado de la revista, háganos llegar su nombre y dirección que gustosos les enviaremos a su domicilio.
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